"PRÁCTICAS MÉDICAS POPULARES"
PEDRO MARTINEZ GONZALEZ
*Practicas Populares de Automedicación.
Como automedicación, se considera, a todas las actividades
llevadas a cabo por los miembros de un grupo de pequeño, en particular
domestico, y desarrolladas y utilizadas
al interior del mismo o dentro de su red social e referencia cotidiana para
poder asegurar la producción y reproducción biosocial de dicho microgrupo. La autoatención
implica una amplia gama de actividades cuya unidad de acción no es el individuo
sino el microgrupo dentro del cual se llevan a cabo la mayoría de dichas
actividades.
La autoatención supone un proceso de síntesis permanente
operado al interior del microgrupo; las sucesivas experiencias van siendo
incluidas a través de una selección en la que intervienen desde factores
económicos hasta factores culturales. Pero lo nuclear es este proceso de
síntesis gestado necesariamente para poder operar, sobre todo, respecto de los
padecimientos más frecuentes y recurrentes. Este proceso de síntesis es
continuo y supone la potencialidad de inclusión de nuevas técnicas, productos y
creencias que se integran al saber existente, entendido como matriz para la
acción. La autoatención debe tener una eficacia aunque sea limitada, y ello
favorece su continuo proceso de transformación.
A partir de lo anterior, puede concluirse que la autoatención
constituye el primer nivel de atención que opera en cualquier sistema de salud.
Desde esta perspectiva los centros de salud comunitarios o los curadores
populares constituyen en la práctica un segundo nivel de atención. El
autocuidado asegura formas de prevención y atención de los padecimientos, ajeno
a que existan o no recursos profesionales asistenciales y preventivos. Esto no
supone afirmar que la autoatención soluciona parcial o totalmente el conjunto
de los problemas de salud que afectan a los sujetos del microgrupo; ni tampoco
que la misma no requiere del funcionamiento de otras formas de atención. Lo que
aquí se afirma es la existencia e esta estructura y las funciones que la misma
cumple.
La autoatención sobre todo a través de los grupos y del
movimiento de autoayuda, emergió durante la década de los 60 y 70 con un
potencial no solo de intervención técnico social eficaz, sino de transformación
que en gran medida no se cumplió. Toda una serie de tendencias veían en las
diferentes organizaciones de autoatención, potenciales grupos de
cuestionamiento practico a los sectores hegemónicos no solo en salud, sino en
educación consumo, etc.
La actividad clínica se caracteriza por una continua crítica
del autocuidado, o mejor dicho, por una suerte de tensión entre la presencia
inevitable de practicas de autoatención y la necesidad de medicalizar el
proceso, lo cual en los hechos supone un rechazo o por lo menos estigmatización
del proceso de autoayuda. Dicha actividad no reflexiona además sobre ella misma
como una de las más importantes practicas de inducción y de enseñanza de la autoatención
con fármacos. Critica el proceso de términos técnicos y profesionales, pero no
se incluye en la construcción del proceso que cuestiona.
La crítica médica a la autoatención presenta varios
aspectos; uno de los más desarrollados es la crítica de la automedicación. Sin
negar las potenciales consecuencias negativas de esta, el cuestionamiento se
hace generalmente sin tomar en cuenta que la automedicación es parte de una
estructura que la incluye y que constituye uno de los núcleos de las
estrategias de vida de los conjuntos sociales.
El bajo nivel educativo de esta, su ignorancia, sus
características culturales son usadas como indicadores de un proceso de autoatención
calificado unilateralmente como negativo. En última instancia esta crítica
opera como un mecanismo más de estigmatización y de subalternizacion de los
sectores populares y de la estructura de
autoatención en sí.
"PRÁCTICAS MÉDICAS POPULARES"
JAVIER JOSUE SALAZR AKE
La automedicación (Practicas medicas populares).
El auto atención constituye una estructura generada en los
microgrupos para dar solución inmediata a las principales necesidades y
demandas de la vida cotidiana. Las prácticas de auto cuidado han sido
modificadas por un proceso de profesionalización que ha absorbido y /o ha
intervenido indirectamente sobre las actividades de autoatención, es una
estructura irradicable.
Referida un particular al proceso s/e/a constituye el primer
nivel de Atención real de todo sistema de salud. Esto ha sido cada vez más
reconocido pero el AMS, sobre todo con el paso a primeras causas de
morbimortalidad de las enfermedades crónico-degenerativas. Este reconocimiento
se ha gestado desde dos perspectivas no necesariamente complementarias; una que
refiere a la posibilidad de reducir costos y de utilizar el autocuidado como
recurso barato. Y el desarrollo sostenido de los mismos.
Las comunidades rurales, en particular el campesino indígena
mantenían estructuras sociales de ayuda y reciprocidad en términos de sociedad
global o por lo menos referida a determinadas instancias económicas, religiosas
o de enfermedad. La descripción etnográfica las había documentado, aunque
interpretándolas de muy diferentes maneras. Las mismas fueron recuperadas, a
partir de los 60, como posibles vías alternativas al desarrollo capitalista, sobre
todo en términos de modos de vida, y desde los 70 como recursos étnicos para el
trabajo en salud.
La obra de G. Bofill constituye el aporte más destacado
coherente e influyente de esta orientación en México. Pero debe subrayarse que
la masa de estos aportes teóricos fue referida centralmente a una suerte de oposición entre economía y cultura, que
prácticamente no tomo en cuenta o secundarizo la reflexión y practica respecto
de la especificidad del proceso s/e/a y sin preocuparse demasiado sobre la eficacia
de dichas técnicas.
La recuperación aplicada de los mecanismos de solidaridad y
sobre todo de la eficacia de dichas técnicas.
El movimiento de autoayuda se desplego a través de grupos
que manejan algunos principios similares, que aplican a problemas específicos
destro de una variedad de orientaciones. Una parte de estos grupos se reducirá
a intervenir sobre problemasacotados, mientras que otros, sibien se proponen
actuar a partir de un sujeto social especifico, desarrollan en algunas de sus
orientaciones, propuestas de modificaciones ideologicas y políticas globales.
Algunos arrancan de problemas generales y diversificados, pero con objetivos
específicos que buscan la modificación de mecanismos que afectan a la población
o a la transformación de algunas condiciones que afectan la vida en general.
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